14 de octubre de 2015

Crítica de "La cosa" de John Carpenter

Quizás la frase que mejor asocio con esta película, es aquella que dice que “el tiempo lo pone todo en su lugar”. Y me alegra que el paso de los años, le diera a esta joya del cine de terror lo que no tuvo en su estreno: buena prensa y un justo reconocimiento. Hay que reseñar que el director de la película, John Carpenter, ha sido muy infravalorado en el mundo del cine por gran parte de la crítica, y sus obras también.



Lo cierto es que influyeron muchas razones para que en 1982, cuando se estrenó “The thing”, su acogida fuera cuanto menos… poco amigable. Para empezar, la mundialmente conocida “E.T: El extraterrestre” se estrenó algunas semanas antes que esta otra. Y para los que hayan visto ambas películas, sabrán que no pueden ir en direcciones más opuestas; mientras la obra de Steven Spielberg era totalmente sentimental y bondadosa, la de Carpenter mostraba un ser alienígena que sólo provocaba muerte, caos y destrucción, asimilando cualquier forma física posible. Por tanto, la primera, que fue un auténtico triunfo a todos los niveles (reconocimiento, premios, taquilla, público), y siendo de un profundo calado sentimental, lastró la que habría sido el empuje definitivo de Carpenter en Hollywood.

Yo personalmente, pese a ser de géneros y mensajes distintos, no tendría ninguna duda si tuviera que escoger: siempre “The thing”. Aunque es una pena que el bombazo fuera la otra, y que el director encumbrado a la fama fuese Spielberg solamente, dejando a Carpenter muy tocado.

Otra razón del batacazo inicial de la película, fue la ocurrencia de colocarle la frase de “Lo último en terror alienígena” en los carteles publicitarios. Tres años atrás, se había estrenado el también famoso “Alien” de Ridley Scott, y es posible que la gente que esperara ver algo similar, no comprendiera para nada el mensaje de la película, ni la forma de desarrollarse la historia. Seguramente pocas fueran las personas que realmente la comprendieran en su época.

Como dije antes, por suerte el tiempo ha ido colocando esta película en la categoría de “obra de culto”, y es una satisfacción ver que en el presente sigue teniendo tirón, sobretodo porque en 2011 se estrenó una aceptable y respetuosa “precuela” de la misma. No es de extrañar, porque al margen de un reparto metido en el papel (donde Kurt Russell será el más conocido para muchas personas), impregna de tensión y dudas al espectador durante buena parte del metraje, y tiene unos efectos especiales espectaculares para su época, donde el ordenador apenas tiene protagonismo, y que a día de hoy siguen siendo geniales. Al menos para los que preferimos el cine claustrofóbico e inquietante de terror al gore gratuito que roza la repulsión, ésta obra es un punto de referencia.

Y una vez hecha una valoración inicial de esta obra, toca hablar un poco del argumento, para animar (o no) a la gente a verla si aún no lo ha hecho. La escena inicial nos muestra un platillo volante que se dirige a la tierra (y en la siguiente secuencia una original forma de mostrar el título de la película). La historia se desarrolla en la “Antártida”, y tras la primera escena, vemos un perro corriendo a través de la nieve, seguido por un helicóptero que le está disparando. El perro llega a una base de investigación americana, donde acaban falleciendo sus perseguidores. Los americanos, tras quedarse con él, averiguarán la nacionalidad de los fallecidos, mandado un grupo de investigación hacia su campamento. Una vez allí, descubrirán todo destruido. También encontrarán algunas cosas más, entre ellas un  enorme bloque de hielo descongelado, unas grabaciones de vídeo hechas por los noruegos, y el cuerpo de una extraña mutación genética. Estas dos últimas cosas son llevadas a la base americana, y a partir de ahí los americanos descubrirán que esos científicos noruegos habían encontrado un platillo volante enterrado en la nieve, y un enorme bloque de hielo a poca distancia de él.

Lo que los americanos irán descubriendo en sus propias carnes, es que el contenido de ese bloque que descongelaron aquellos noruegos, es un ser alienígena capaz de mutar en cualquier forma física, alcanzando la perfección con cada imitación que logra completar. Y en esa perfección también entra la especie humana, lo que creará un gran desconcierto entre todos al no saber quién es humano y quién no…


Así que, para quien guste de una película de tensión psicológica, poco previsible en el desarrollo del argumento (increíble la escena de la prueba de sangre), y de las que dejan un buen regusto pasado el tiempo, ésta es una buena elección.



Por último, quisiera mencionar que un detalle de su valoración positiva con el paso del tiempo, es que hay cómics de “La cosa”, así como un videojuego que narra lo que pasó después de esta obra. Y es que más vale tarde que nunca, en especial cuando se trata de reconocer el valor de una película…

6 comentarios:

  1. Genial reseña para tan magnífica película. En mi opinión, E.T y La Cosa sin tan dispares que no podría elegir, creo que ambas son películas extraordinarias, cada una desde su género y público. Lo dicho, una reseña muy bien elaborada.
    Abrazo, compañero de celda.

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    1. Gracias por esa valoración tan positiva :) La verdad es que son películas muy buenas según temática y público, y admito que de las dos mi favorita es la que da título a este post, pero te entiendo, eso me hizo recordar las típicas preguntas en plan ¿eres de Marvel o Dc Cómics? ¿de Star Wars o Star Trek? Y la verdad, se pueden disfrutar ambas cosas sin dejar de lado ninguna.

      Otro abrazo compañero de celda.

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  2. Muy buena reseña, José.
    He visto esta película de chico y la volví a ver después de muchos años. También vi la del 2011. Me encanta.
    Es similar a la novela de Lovecraft "Las montañas de la locura", aunque leí por ahí que en realidad está basada en otra historia.
    Respecto a E.T., la vi también de niño y jamás la volví a ver. Y soy de Marvel y de Star Wars, pero ese ya es otro tema.
    Un saludo.

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    1. Gracias por tus palabras Federico. Efectivamente, esta historia está basada en un libro llamado "¿Quién anda ahí?" de John W. Campbell. De hecho allá por los años 50 se hizo una primera adaptación, pero mi favorita es ésta de John Carpenter, que tiene el detalle de que salvo para el monstruo final, no se usaron efectos de animación en el resto del metraje, lo que le da un mérito tremendo.

      La del 2011 enlaza muy bien con los hechos que dan lugar a la anterior, y aunque ya casi todo se hizo por ordenador, está entretenida. Yo también soy de cómics y Star Wars jeje. ¡Un saludo!

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  3. Excelente reseña. Confieso que yo soy de los que le tiene (o le tenía) tirria a esa película. Pero ya me entraron ganas de verla con nuevos ojos. Un saludo.

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    1. ¡Hola y gracias por comentar Esteban! Como pasa con muchas películas que en la actualidad se consideran de culto, ésta fue un fracaso en su inicio, y las críticas la vapulearon, pero el paso del tiempo le ha ido dando un valor que merecía.

      Espero que si vuelves a verla le cojas menos tirria jaja. ¡Un saludo!

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